¡Buenas noches bonitos!
¿Qué tal la semana? Espero que al menos sea entretenida. Yo os cuento que ya hemos empezado las prácticas, y hoy ya me ha tocado ir al zoo de excursión con los más peques. ¡Ya os podréis imaginar lo contenta que estoy!
Bueno, pero no os venga a hablar de mi semana.... Si no de lo que nos pasó a Noelia, Alicia y a mí el 15 de Noviembre.
Pero primero empecemos por el principio...
Resulta, que nuestro profesor Tomas, a principios de semestre nos comentó que si íbamos a ver una orquesta y lo comentábamos en el blog nos subiría hasta dos puntos de la nota, y por tanto Noelia, Alicia y yo no tardamos en coger las entradas.
La cosa, es que justamente cuando compramos las entradas había un precio fabuloso y escandalosamente barato... ¡Entradas por 3€! (Aunque al ver la rapidez en la que se vendían las compramos por internet a 5€) Y claro, nos bastó tiempo para cogerlas...
Noelia insistió varias veces en que tuviésemos cuidado no fuese a ser un solo de órgano, y por eso nos cercioramos de ello, ¡íbamos a ir a la orquesta!
Ahora bien, el 15 de Noviembre, quedamos las tres en el auditorio nacional, dónde había un ambientazo impresionante. Nos hicimos muchas fotos, cogimos el folleto de la orquesta que tocaba aquel día y guardamos nuestras entradas para después entregárselas a nuestro profesor.
El problema llegó cuando nos sentamos y tan sólo vimos un órgano en el escenario... Ahí aún estábamos tranquilas, pero cuando observamos que había pasado media hora desde que el concierto había empezado y tan sólo seguía tocando el órgano es cuando nos empezamos a poner histéricas... Y es que, efectivamente, habíamos ido a un concierto de órgano. Solamente de órgano.
Lo lamentable de la situación es que al darnos cuenta nos empezó a dar un ataque de risa e histeria a las tres, y acabamos viendo el concierto entre sollozos y lágrimas. Aún así, la música fue maravillosa y muy recomendable para aquellos que disfruten de un sonido excepcional.
En cuanto salimos, no nos quedó más remedio de ir a las taquillas y comprar otras entradas para ir el 21 de Noviembre a ver de nuevo a la orquesta nacional, para ver la obra "Revoluciones".
Por supuesto, esta vez sí que nos aseguramos de lo que íbamos a ver.
Como se puede leer en el folleto, el director de la orquesta fue Eliahu Inbal. Además, pudimos disfrutar también de las espectaculares voces de grandes cantantes de ópera como es el caso de Christine Brewer, Catherine Wyn-Rogers, José Ferrero, Andreas Conrad o Albert Dohmen.
La obra estaba dividida en dos partes, separadas por un receso de veinte minutos. A su vez, la primera parte también estaba dividida en otras dos partes.
Nuestras entradas correspondían con la tribuna de detrás del escenario, que a pesar de tener a los músicos de espaldas nos permitía observar todos sus movimientos y posiciones.
Fuimos muy puntuales, puesto que como nos explicó Tomás, las puertas se cerraban con gran exactitud impidiéndote el paso.
Una vez acomodadas en nuestros asientos, nos cercioramos de todo lo estudiado en clase, comprobando el orden de los instrumentos, el saludo del director con el concertino, contando un atril para cada dos músicos u observando la afinación de los instrumentos de la que se encargaba el oboe dando su nota 'LA'.
A continuación, adjunto alguna de las imágenes de la orquesta en donde podemos recordar la posición de los instrumentos (cuerda primero, seguidos de viento y terminando con los de percusión), contar la cantidad de atriles que hay en la orquesta y hacernos una idea más clara de cómo son las orquestas en realidad.
¡Espero que os hayan gustado mis pequeñas aventuras con la música y las orquestas!
Nos vemos en la siguiente entrada
¡¡Muchos besos!!
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